El síndrome del uno y medio, que fue descrito por Millar-Fisher hace 30 años, está producido por una lesión unilateral de la parte dorsal de la protuberancia, que afecta a la formación reticular paramediana, fascículo longitudinal medial ipsilateral y frecuentemente núcleo abducens.
Clínicamente se caracteriza por una parálisis completa de la mirada horizontal del ojo ipsilateral a la lesión (uno), asociada a la parálisis de la aducción del ojo contralateral (medio), exotropia y nistagmo de abducción de este ojo de características similares a las descritas en la oftalmoplejia internuclear.
Esta entidad es fácilmente reconocible en la exploración clínica, aunque su frecuencia de presentación es baja, incluso menor que la oftalmoplejia internuclear, pudiéndose observar más frecuentemente en los infartos cerebrales que afectan a la parte dorsal de la protuberancia.
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