Blog

Derrame pleural: diagnóstico, estudios de extensión y abordaje clínico

El derrame pleural es la acumulación anormal de líquido en el espacio pleural, con implicaciones clínicas relevantes, pues puede reflejar desde alteraciones sistémicas benignas hasta enfermedades graves como infecciones complicadas o neoplasias. Su adecuada aproximación diagnóstica y terapéutica es un pilar en la práctica médica.

Radiografía de tórax que muestra un derrame pleural derecho, con borramiento del ángulo costofrénico y nivel líquido característico, resaltado para fines educativos.
Radiografía de tórax que muestra un derrame pleural derecho, con borramiento del ángulo costofrénico y nivel líquido característico, resaltado para fines educativos.

Etiología del derrame pleural

De acuerdo con su mecanismo fisiopatológico, el derrame pleural puede dividirse en:

  • Trasudados: resultado de un desequilibrio hidrostático u oncótico. Ejemplos: insuficiencia cardíaca, cirrosis hepática, síndrome nefrótico.
  • Exudados: consecuencia de un aumento de la permeabilidad capilar o alteración del drenaje linfático. Ejemplos: neumonía (derrame parapneumónico), tuberculosis, cáncer, enfermedades autoinmunes, tromboembolia pulmonar.

Manifestaciones clínicas

Los pacientes con derrame pleural suelen presentar:

  • Síntomas: disnea progresiva, dolor torácico de tipo pleurítico, tos seca.
  • Exploración física: matidez a la percusión, disminución del murmullo vesicular, abolición de las vibraciones vocales y egofonía en la zona superior al nivel del líquido.

Diferenciación entre exudado y trasudado: Criterios de Light

La distinción es fundamental para orientar la etiología y definir la estrategia terapéutica. Los criterios de Light son el estándar:

Un derrame es exudado si cumple al menos uno de los siguientes:

  1. Relación proteínas pleural/sérica > 0.5
  2. Relación LDH pleural/sérico > 0.6
  3. LDH en líquido pleural > 2/3 del límite superior de la normalidad sérica

Otros parámetros útiles:

  • Trasudado: proteínas < 3 g/dL, bajo contenido celular, glucosa y pH normales.
  • Exudado: proteínas elevadas, mayor celularidad, glucosa baja o pH disminuido en infecciones/neoplasias, ADA elevado en tuberculosis.

Criterios extendidos para diferenciar tipos de exudados

Una vez identificado un exudado, es necesario orientar la etiología mediante estudios bioquímicos, microbiológicos y citológicos.

Tipo de exudadoCaracterísticas principalesMarcadores clave
Parapneumónico complicado / empiemaNeutrófilos ↑, aspecto purulento, fibrina, loculacionespH < 7.2, glucosa < 60 mg/dL, LDH > 1000 UI/L, Gram/cultivo positivos
TuberculosoLinfocitosis (>70%), líquido claro o serohemáticoADA > 40 U/L, PCR o cultivo de Mycobacterium, biopsia pleural (granulomas caseificantes)
NeoplásicoSeroso o serohemático, puede ser masivo y recurrenteCitología positiva (sensibilidad ~60%), pH bajo (< 7.3), TAC con engrosamiento pleural
Reumatológico (AR, LES)Recurrente, asociado a enfermedad de baseGlucosa muy baja (<30 mg/dL en AR), ANA positivo en lupus, complemento bajo
Tromboembolia pulmonarGeneralmente hemático, unilateralCitología negativa, ausencia de infección, angio-TAC confirma diagnóstico

Estos parámetros permiten orientar la causa específica del exudado, más allá de los criterios de Light.


Métodos diagnósticos

  1. Radiografía de tórax: detecta derrames >200 ml en proyección posteroanterior.
  2. Ecografía torácica: más sensible, útil en volúmenes pequeños y para guiar procedimientos.
  3. Tomografía computada: valiosa en sospecha de masas, derrames loculados o engrosamiento pleural.
  4. Toracocentesis diagnóstica: indispensable para análisis bioquímico, microbiológico y citológico.
  5. Biopsia pleural: indicada en sospecha de tuberculosis o neoplasia cuando la citología no es concluyente.

Estudios de extensión

En pacientes con exudado confirmado, se recomiendan estudios dirigidos:

  • Tuberculosis: ADA, PCR, biopsia pleural.
  • Neoplasia: citología pleural, TAC de tórax y abdomen, videotoracoscopia si es necesario.
  • Reumatológicas: ANA, factor reumatoide, anti-CCP, complemento sérico.
  • Tromboembolia pulmonar: dímero D, angio-TAC pulmonar.

Tratamiento

El abordaje depende de la causa subyacente:

  • Trasudados: control de la enfermedad de base.
  • Exudados infecciosos: antibióticos y drenaje si existe complicación.
  • Tuberculosis: régimen completo de fármacos antituberculosos.
  • Neoplásicos: pleurodesis, catéter pleural tunelizado, quimioterapia paliativa.

La toracocentesis terapéutica puede aliviar la disnea, pero debe limitarse a <1.5 L por sesión para evitar edema pulmonar por reexpansión.


Perlas clínicas

  • Los criterios de Light clasifican entre trasudado y exudado, pero no definen la causa: para esto se requieren criterios extendidos.
  • En derrames unilaterales masivos, la primera sospecha debe ser neoplasia hasta demostrar lo contrario.
  • Un ADA > 40 U/L en líquido pleural linfocítico es altamente sugestivo de tuberculosis.
  • La citología pleural positiva confirma derrame neoplásico, aunque su sensibilidad inicial es de solo ~60%.
  • La ecografía torácica debe preferirse sobre la radiografía como primera herramienta de imagen para evaluar derrame.

Referencias y enlaces externos


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas