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Mal Agudo de Montaña

El Mal Agudo de Montaña (MAM), también conocido como soroche, es un trastorno común pero potencialmente grave que afecta a individuos que ascienden rápidamente a altitudes elevadas. Comprender su fisiopatología, presentación clínica y manejo es crucial para los profesionales de la salud que atienden a poblaciones expuestas a ambientes de gran altitud.

Mal Agudo de Montaña
MAM
Fisiopatología

El MAM se produce debido a la hipoxia hipobárica, es decir, la disminución de la presión parcial de oxígeno a medida que aumenta la altitud. Esta hipoxia desencadena una cascada de eventos fisiológicos, incluyendo:

  • Hiperventilación: El cuerpo intenta compensar la disminución de oxígeno respirando más rápido, lo que puede llevar a alcalosis respiratoria.
  • Vasoconstricción pulmonar: Los vasos sanguíneos en los pulmones se estrechan, lo que puede aumentar la presión en la arteria pulmonar y provocar edema pulmonar de altura (EPA).
  • Aumento de la permeabilidad capilar: Los capilares se vuelven más permeables, permitiendo que el líquido se filtre al tejido cerebral y pulmonar, lo que puede conducir a edema cerebral de altura (ECA).

Presentación Clínica

Los síntomas del MAM varían en gravedad y pueden incluir:

  • MAM leve: Dolor de cabeza, náuseas, vómitos, fatiga, mareos, insomnio.
  • MAM moderado: Aumento de los síntomas leves, dificultad para respirar, tos seca.
  • MAM grave: EPA (dificultad respiratoria, tos con sangre), ECA (confusión, ataxia, coma), ambos potencialmente mortales.


Diagnóstico

El diagnóstico del MAM se basa principalmente en la historia clínica y el examen físico. No existen pruebas de laboratorio específicas, pero se pueden realizar pruebas para descartar otras afecciones y evaluar la gravedad, como oximetría de pulso, radiografía de tórax y análisis de gases en sangre.

Manejo

  • Prevención: Aclimatación gradual, hidratación adecuada, dieta saludable, evitar el alcohol y los sedantes, y considerar medicación preventiva (acetazolamida) en personas susceptibles.
  • Tratamiento MAM leve/moderado: Descanso, descenso a altitudes más bajas, analgésicos para el dolor de cabeza, antieméticos para las náuseas.
  • Tratamiento MAM grave: Descenso inmediato, oxígeno suplementario, dexametasona para el ECA, nifedipina para el EPA, evacuación médica urgente si es necesario.
    Consideraciones Especiales:
  • Poblaciones Vulnerables: Las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares preexistentes, las mujeres embarazadas y los niños pueden ser más susceptibles al MAM.
  • Excursiones a Gran Altitud: Se recomienda encarecidamente la aclimatación gradual y la consulta médica previa para excursiones a altitudes superiores a los 2500 metros.


Conclusión

El MAM es una afección prevenible y tratable en la mayoría de los casos. La educación del paciente sobre los riesgos, la prevención y el reconocimiento temprano de los síntomas es fundamental.

Los profesionales de la salud deben estar preparados para diagnosticar y manejar el MAM de manera oportuna y adecuada para garantizar la seguridad y el bienestar de las personas que viajan a grandes altitudes.

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