La infección del acceso vascular es una complicación grave en pacientes que requieren hemodiálisis. Este tipo de infección puede llevar a bacteriemias recurrentes, hospitalizaciones prolongadas e incluso mortalidad. La vigilancia, diagnóstico temprano y manejo adecuado son esenciales para reducir sus consecuencias.
A pesar de los esfuerzos sustanciales en los últimos 15 años para aumentar la proporción de pacientes que comienzan el tratamiento de hemodiálisis con una fístula arteriovenosa, una cantidad importante de pacientes usan un catéter venoso central. La bacteriemia relacionada con el catéter es la complicación más grave en pacientes en hemodiálisis con dependencia prolongada del CVC.
1. Epidemiología y Factores de Riesgo
La infección de acceso vascular representa una de las principales causas de morbilidad en pacientes en hemodiálisis. Los factores de riesgo incluyen:
- Accesos de catéteres a largo plazo, en comparación con las fístulas arteriovenosas (FAV) y los injertos.
- Comorbilidades, como diabetes, enfermedad coronaria y otras inmunodepresoras.
- Inadecuada higiene en el manejo de los accesos y falta de adherencia a las técnicas asépticas.
2. Presentación Clínica
Los signos y síntomas de infección en el acceso vascular varían según el tipo de acceso y el microorganismo causante, pero incluyen:
- Fiebre y escalofríos sin otra fuente de infección aparente.
- Dolor, eritema, inflamación o secreción purulenta en el sitio del acceso.
- Hipotensión y shock séptico en casos avanzados.
3. Diagnóstico
El diagnóstico de infección en el acceso vascular incluye:
- Hemocultivos: Se recomienda la toma de cultivos de sangre periférica y del catéter (si es el acceso utilizado), ya que un hemocultivo positivo puede ayudar a identificar el agente causal.
- Ecografía Doppler: Útil para evaluar la presencia de trombosis o abscesos.
- Marcadores inflamatorios: PCR y VSG elevadas pueden indicar un proceso infeccioso en curso.
4. Tratamiento
El tratamiento se basa en el tipo de acceso, el microorganismo aislado y la sensibilidad antibiótica. Las medidas incluyen:
- Antibioticoterapia: Inicialmente empírica, con cobertura para estafilococos, luego ajustada según antibiograma. En infecciones de catéter, se suele utilizar una combinación de antibióticos sistémicos y en ocasiones instilación en el lumen.
- Remoción del acceso: En infecciones persistentes o severas, puede ser necesario retirar el acceso infectado y colocar un nuevo acceso temporal en otro sitio.
- Profilaxis antibiótica: En algunos pacientes con infecciones recurrentes, la profilaxis puede ayudar a reducir la frecuencia de infecciones.
5. Prevención y Cuidados del Acceso
La prevención de infecciones es fundamental. Algunas recomendaciones incluyen:
- Uso de técnicas asépticas estrictas al momento de la colocación y manipulación del acceso.
- Entrenamiento continuo del personal de salud en manejo de accesos vasculares.
- Alternativas de acceso como las fístulas arteriovenosas siempre que sea posible, ya que presentan menores tasas de infección que los catéteres.
Conclusión
La infección del acceso vascular en pacientes con hemodiálisis es una complicación prevenible y tratable si se identifican los factores de riesgo y se toman las medidas adecuadas. El diagnóstico temprano, el tratamiento dirigido y la prevención a través de prácticas seguras son clave para reducir las complicaciones asociadas y mejorar la calidad de vida del paciente.
Fuente
Clin J Am Soc Nephrol 14: ccc–ccc, 2019. doi: https://doi.org/10.2215/CJN.13171118