La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria intestinal (EII) de etiología poco clara. A diferencia de la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn no se limita al colon, sino que puede manifestarse en cualquier parte del tracto gastrointestinal.
Las características clínicas comúnmente incluyen diarrea, pérdida de peso y dolor abdominal, pero difieren según la gravedad de la enfermedad. Las manifestaciones extraintestinales pueden ocurrir en los ojos, las articulaciones y la piel.
El diagnóstico se basa principalmente en las características endoscópicas características (ulceras, lesiones salteadas, apariencia de empedrado) y evidencia de inflamación en estudios de imagen.
El manejo médico tiene como objetivo inducir y mantener la remisión; se adapta al paciente y está influenciado por la ubicación y la gravedad de la enfermedad. Los brotes agudos generalmente se manejan con corticosteroides, pero también se pueden usar regímenes ahorradores de esteroides (p. ej., análogos de tiopurina, productos biológicos).
La terapia de mantenimiento (p. ej., inmunomoduladores, productos biológicos) se enfoca en limitar la frecuencia y duración de los episodios inflamatorios. Aunque finalmente se requiere cirugía en hasta la mitad de los pacientes, la resección quirúrgica generalmente no es curativa. Las complicaciones incluyen malabsorción, deficiencia de hierro y vitaminas, estenosis, obstrucción intestinal, abscesos intraabdominales y aumento del riesgo de cáncer de intestino.
Factores de riesgo
Diagnóstico
El diagnóstico se puede sospechar en pacientes con características clínicas compatibles, incluidos síntomas (p. ej., dolor abdominal en el cuadrante inferior derecho, diarrea crónica intermitente, fatiga, pérdida de peso) y pruebas de laboratorio (p. ej., anemia, deficiencia de vitamina B12, deficiencia de vitamina D).
El diagnóstico se establece sobre la base de hallazgos radiológicos, endoscópicos y/o histológicos que demuestran inflamación segmentaria y transmural del tracto gastrointestinal luminal en un paciente con presentación clínica compatible (p. ej., dolor abdominal, diarrea crónica intermitente). Las pruebas de laboratorio son complementarias para evaluar la gravedad y las complicaciones, pero no establecen el diagnóstico.
Marcadores de inflamación
PCR
Los niveles de PCR, reactante de fase aguda que aumenta con la actividad inflamatoria y se observa en algunos pacientes con EII. Los niveles elevados pueden ayudar a diferenciar a los pacientes con EII de aquellos con síntomas causados por otros trastornos (p. ej., síndrome del intestino irritable).
Marcadores en heces
Aunque las pruebas de calprotectina fecal o lactoferrina no se usan de forma rutinaria para diagnosticar la enfermedad de Crohn, pueden ayudar a diferenciar a los pacientes con inflamación intestinal de los pacientes con enfermedad intestinal funcional. Si bien algunos médicos utilizan con mayor frecuencia la calprotectina, la lactoferrina es una alternativa aceptable
Ileocolonoscopia
La colonoscopia con intubación del íleon terminal (incluidas las biopsias de la mucosa) se realiza para evaluar la sospecha de enfermedad de Crohn ileocolónica. Las características endoscópicas incluyen ulceraciones focales adyacentes a áreas de mucosa de apariencia normal junto con cambios nodulares en la mucosa que dan como resultado una apariencia de empedrado.
Clasificación
Índice de actividad de la enfermedad de Crohn (CDAI)
El CDAI es un sistema validado comúnmente utilizado en ensayos clínicos para categorizar la actividad de la enfermedad, pero con una utilidad limitada en la práctica clínica.
Calculadora – Crohn’s Disease Activity Index (CDAI)
Clasificación de Montreal para la enfermedad de Crohn
Clasifica la enfermedad según el curso y el fenotipo. Se utiliza principalmente para estandarizar y agilizar la comunicación entre los proveedores de atención médica y facilitar los estudios epidemiológicos.
Riesgo de cáncer
El riesgo de cáncer colorrectal es probablemente comparable al de la colitis ulcerativa. Sin embargo, no todos los estudios llegaron a estas conclusiones y, por lo tanto, la magnitud del riesgo sigue sin establecerse.
Enfoque terapéutico
Referencia
Roda, G., Chien Ng, S., Kotze, P.G. et al. Crohn’s disease. Nat Rev Dis Primers 6, 22 (2020). https://doi.org/10.1038/s41572-020-0156-2