Determinar la causa de la anemia
La anemia se asocia con resultados clínicos adversos. La transfusión es solo un tratamiento a corto plazo para la anemia. Es esencial evaluar y tratar, cuando sea posible, la causa subyacente de la anemia y evitar exposición innecesaria.
Transfusión restrictiva | Evidencia
Las estrategias restrictivas de transfusión se refieren a aquellas que transfunden a una concentración de hemoglobina más baja (es decir, 7 a 8 g/dl), en comparación con las estrategias de transfusión liberales, que transfunden a concentraciones de hemoglobina más altas.
Existe una excelente evidencia de ensayos clínicos, que apoya el uso de una estrategia restrictiva para guiar las decisiones de transfusión en la mayoría de los pacientes. Los umbrales de transfusión que restringen la transfusión de esta manera son seguros en la mayoría de las poblaciones de pacientes y reducirá las transfusiones innecesarias.
Contexto clínico
Todos los pacientes deben ser evaluados clínicamente cuando se considera la transfusión. Si el paciente está estable, es posible que no se necesite una transfusión incluso cuando el nivel de hemoglobina es de 7 a 8 g/dl.
Transfusión restrictiva en adultos
Para la mayoría de los pacientes hemodinámicamente estables, tanto en patología quirúrgico como en la no quirúrgica, incluidos los pacientes en unidad de cuidados intensivos y choque séptico, se sugiere utilizar una estrategia de transfusión restrictiva en lugar de una estrategia liberal.
Esto se aplica a las personas con enfermedad cardiovascular subyacente, sometidas a cirugía ortopédica o cirugía cardíaca, pacientes ambulatorios e individuos con hemorragia gastrointestinal que son hemodinámicamente estables. En la mayoría de los casos, mantenemos una hemoglobina ≥ a 7 u 8 g/dl
En algunos casos, un individuo puede ser asintomático con una hemoglobina de 7 g/dl, y el juicio clínico puede apoyar no administrar una transfusión en esos casos.
Excepciones
Los pacientes sintomáticos con hemoglobina menor a 10 deben ser transfundidos, para mejorar la inestabilidad hemodinámica y los síntomas de isquemia miocárdica.
Para los pacientes con síndrome coronario agudo, (incluyendo infarto agudo de miocardio), se recomienda un enfoque individualizado. Se prefiere la transfusión cuando la hemoglobina está por debajo de 8 gramos decilitro, consideramos la transfusión cuando la hemoglobina está entre 8 y 10 gramos decilitro; y mantenemos la hemoglobina ≥ 10 en el paciente con síntomas, inestabilidad hemodinámica o datos de isquemia miocárdica. En un paciente estable, asintomático, se desconoce cuándo transfundir, aunque se recomienda mantener un nivel de hemoglobina mayor de 8.
Transfusión masiva: los pacientes que requieren una transfusión masiva (por ejemplo, por traumatismo o sangrado continuo) a menudo no se pueden manejar utilizando umbrales de hemoglobina.
Dependencia crónica de transfusiones: la anemia crónica dependiente de transfusiones, como en la talasemia dependiente de transfusiones, requiere un enfoque diferente.
Cuidados paliativos: la transfusión puede ser apropiada en el entorno paliativo. Algunos programas de hospicio proporcionan transfusión de sangre para mayor comodidad y alivio de los síntomas.
Número de unidades: la transfusión de una unidad de concentrado eritrocitario es razonable para pacientes hemodinámicamente estables, con evaluación de los síntomas inmediatamente después de la transfusión.
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